9 claves para gestionar su comunidad virtual (Católica) en Facebook.

Como siempre, intento dar algunos consejos sacados de las páginas dedicadas a marketing y redes sociales, pero llevando los que se expone hacia nuestra particular forma entender qué es una comunidad. Estos consejos están tomados de esta entrada del blog Ciberprensa.

Aunque están dirigidos hacia Facebook, son perfectamente utilizables para otros formatos de comunidad virtual.


  1. Identifica y bloquea a los Trolls destructivos y peligrosos (Flame warriors), ya que estos personajes son una versión peligrosa de los trolls, que en las redes sociales encuentran su más preciado campo de batalla. Es aquí donde desarrollan todo su arsenal, cuando acceden a una página católica y consiguen su romper la paz desde el primer comentario. 
  2. No prestes atención a los trolls no peligrosos,  pero sólo al principio, y permanece atento por si consigue más incautos adeptos de los razonables. Estos personajes suelen ser muy hábiles haciéndose hueco en la comunidad de usuarios, dando vaselina a diestro y siniestro para, poco a poco, ir medrando e introduciendo elementos de duda, discusión y, al final, incluso romper la comunidad de modo más eficiente que un flame warrior. Si ves que el personaje se hace fuerte en tu comunidad hazle saber que le tienes calado, provoca sus instintos ocultos para que se manifieste, para que muestre la mala leche que tiene dentro y se exponga al resto de los usuarios. Es muy importante que no le dejes pasar ni una, al primer atisbo de intento de sembrar cizaña en la comunidad párale de golpe. Por la misma naturaleza de los trolls, es mejor en principio no borrarles nada, sino dejarles en evidencia. Luego, cuando se manifiesten, ya aplicamos el tercer grado: eliminar comentarios. De nuevo, por el carácter excesivamente personal de Facebook, por la candidez con la que se acercan a estos espacios los usuarios, se hace más difícil controlar a este tipo de “animal social”.
  3. Revisa todos los enlaces que otros usuarios publican en el muro de la comunidad. Es costumbre “colocar” enlaces con URLs acortadas en las redes sociales que, acompañados de un comentario anodino, pueden pasar como relevantes y ser en realidad un incendiarios, publicidad encubierta o crítica pura y dura a tu página o sus objetivos. Si el enlace no es absolutamente relevante elimínalo sin piedad. No se trata de bloquear la publicación de enlaces en el muro de tu página o grupo, porque se trata de compartir y socializar, pero si vas a gestionar la comunidad revísalos siempre.
  4. Cuidado con las etiquetas en fotos, que no sirvan para mostrar imágenes ofensivas o enlaces externos a sitios contrarios o críticos con tu comunidad. Es bastante corriente etiquetar en fotos a usuarios que no son tales. Con esto se consiguen 2 efectos: fatidiar al usuario real e introducir elementos externos a tu comunidad, en algunos casos negativos, todo de manera muy sencilla, casi opaca, pero con muy mala intención. El modo de solucionar cualquier incidencia en este sentido es editar la foto, donde puedes eliminar las etiquetas añadidas y, en última instancia, eliminarla y/o volverla a subir.
  5. Participa de forma frecuente y activa. Se supone que una red social es eso, social. No tienes porque contar tu vida pero si mantener vida la comunidad, no solo anunciando nuevos eventos o difundiendo notas de prensa, por ejemplo, sino generando opinión, buscando interacción, tratando de aprender de tus usuarios, provocando debate sano, fomentando la fidelización. 
  6. Es muy bueno invitar a que los miembros más activos y dispuestos a que participen en encargos definidos. Para ello nada mejor que decirles la verdad... resultan necesarios. Si encontramos un usuario que nos gustaría que perteneciera a la comunidad, invitémoslo y cuidemos de él hasta que tome su deseable papel activo.
  7. Distingue entre miembro enfadado y campaña de desprestigio. Se supone que el coordinador de la comunidad es el dinamizador , pues entonces debe saber gestionar también la crítica y, además, no hay que re-descubrir la rueda. Si es, o parece, un alguien enfadado, se le debe atender como tal, ofreciendo canales de solución a su problema, y sobre todo teniendo en cuenta que hasta que no se encauce puedes perder mucho más que solo ese miembro. Sobre todo hay que cuidar que las sensibilidades eclesiales no se sientan atacadas, ya que esto produce un rápido deterioro de la convivencia.
  8. Responde siempre a las preguntas. En los antiguos foros había un cáncer: las preguntas sin respuesta. Esto, que en un foro es casi parte de su idiosincrasia, en Facebook mal visto, sobre todo si tienes algo de responsabilidad en la comunidad. Contesta a todas las dudas (razonables) que planteen los miembros de la comunidad, se supone que estás ahí para algo, y el éxito de la red dependerá muy mucho de su utilidad.
  9. Se paciente y templado. Reza diez Ave marías antes de contestar de mala manera a alguien. Respira hondo y no te dejes llevar por las emociones, no respondas ni actúes nada más encontrar un “posible” problema. Analiza al usuario, revisa su historial en Facebook, estudia el mensaje y compáralo con otros similares. Sólo si estás seguro de que hay que actuar “con palancas” hazlo, entretanto tómate un café y observa con perspectiva su próximo movimiento.
Espero que sean útiles los consejos. :)

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